La pequeña muerte

Ese instante de la perdida,
Del desvanecimiento.
Ese instante donde muero contigo
Muero en ti.
Mueres en mí.

Ese instante dónde desfallecemos juntos,
Resucitamos y volvemos a la vida mirándonos a los ojos.
Ese instante que cogidos de las manos vamos al cielo y bajamos al mismo infierno a mostrarles a los dioses como se muere sin morir.
Juntos nos traemos a la vida.
Juntos morimos por un instante.

Te veo morir, y quiero abrazarte.
Me ves morir, y quieres cogerme más fuerte para asegurarte que muero de verdad.

Bataille, lo dice, entre tu y yo hay un abismo. Un abismo profundo y fascinante. Un abismo que intentamos soldar. Pero nunca lo lograremos. El abismo de la vida y la muerte, lo intentamos atravesar por medio del encuentro del erotismo.

Tu vida y tu pequeña muerte en mis manos es un intento por hacerlo posible.
Pero quien muere eres tú, y yo te sigo. Ambos nos encontramos cayendo, compartiendo el vértigo de nuestro propio abismo.
La muerte y la vida, que se conjuga en el erotismo acercan nuestras discontinuidades.

Hoy 8 de agosto, en el Día Internacional del Orgasmo Femenino, queremos hacer una reivindicación del placer de nosotras. Nuestras luchas también deben estar en nuestras camas y cuerpos.

Les deseamos muchas pequeñas muertes a manos propias y a manos de quienes ustedes deseen.

Y así, “podemos decir del erotismo que es la aprobación de la vida hasta en la muerte” (Bataille, en su libro El Erotismo)

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