Un penne a la puttanesca, por favor !
Definitivamente comer es uno de mis grandes placeres y aunque no estoy en el famoso restaurante Te Mátame Ramirez, trato de vivir los momentos gastronómicos de una forma muy sensual.
Imagen tomada de Deviant Art: Eat me by ~autumnslazybones.
Tramezzinni es uno de mis restaurantes favoritos de comida italiana que queda en el sector ubicado en la zona rosa de El Poblado en Medellín. Y justamente rosa era la zona donde me encontraba con unos amigos (eso no era gratuito) revisando la carta mientras el mesero esperaba atento el pedido. “Un penne a la puttanesca, por favor”, irrumpí en el silencio con esta sentencia o solicitud que fue amenizada con algunas risas, prontamente apoyada y repetida por parte de uno de los comensales y felizmente patrocinada por el bolsillo de mi amigo.
Poco a poco me fui comiendo cada uno de los penes que me sirvieron, perdón, de los p e n n e s, si, es con doble ene, que allí se encontraban en ese plato, como esperando que una mujer los posara sobre su boca y fueran saboreados, pues válgame dios que para eso fueron preparados. Todos sabemos, y no hay que ser un amante a la cocina, que los pen(n)es fueron hechos para el deleite de una boca cálida y húmeda. (Por una o por dos? Por ambas)
Hablando con Edelberto el mesero, me comentó que la solicitud de ese plato siempre eleva el rubor y las risas de los presentes. Cuenta él que una vez, una pareja llegó al restaurante y la mujer, después de mucho pensarlo pidió penne a la puttanesca, para lo cual, el esposo le respondió: “Mija, ¿y no quedó contenta con todo el que le di ayer?”.
Les confieso que nunca había tenido tantos pennes ante mis ojos y en mi boca por sólo $22.500=, esto realmente es … fenomenal.
Como daticos generales, les cuento que los pennes son un tipo de pasta corta y cilíndrica con estrías en su parte exterior, que no miden más de 2 centímentros, mejor dicho, casi un micropene.
Y la puttanesca es un tipo de salsa picante elaborada a base de tomates frescos, aceite de oliva, ajos, cebollas, alcaparras, entre otros, que preparaban las prostitutas de Nápoles.
Espero que hayan quedado super antojados de comer algunos pennes a la prostituta, en un buen restaurante de comida italiana. Sin embargo, recuerde que la carta de un restaurante italiano está obviamente en italiano, entonces cuando vaya a realizar el pedido, diga sin temores: “Un penne a la puttanesca, por favor“, pero recuerde pronunciarlo con doble n, para que no le lleven otra cosa.
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