“Somos fuertes y tenemos esperanza”

Hoy ha sido un día muy especial para mi y para una familia.

Una mujer me consultó en julio de este año solicitándome asesoramiento urgente para que le diera luz sobre un evento de abuso sexual que acababa de tener su hija de 3 años en el jardín. Una vez informados de la ruta de atención en estos casos y de brindar herramientas de primeros auxilios psicológicos, al mes logré abrir un espacio en mi agenda para iniciar un proceso psicoterapéutico de este caso, sabiendo que un trauma reciente atendido a tiempo tiene un buen pronóstico y genera menos afectaciones a corto, mediano y largo plazo. Así fue como en agosto decidí atender a esta pareja de esposos, que a la fecha tenían todos los síntomas de estrés postraumático, confirmado a través de la aplicación de la escala PCL 5 que se usa para evaluar estrés postraumático. Así que les propuse hacer un abordaje grupal o de pareja del trauma ya que ambos habían afrontado la misma experiencia. Les propuse trabajar con el protocolo G-TEP* desarrollado por Elan Shapiro. *(Manual del Protocolo EMDR para Tratamiento Grupal de Episodios Traumáticos)

Dedicamos 5 consultas online con frecuencia semanal para la aplicación de este protocolo para trauma grupal, y los resultados son tan maravillosos y potentes que se los quiero compartir.

Cuando inicié con ellos, el nivel de perturbación del episodio traumático, medido en una escala SUD (nivel subjetivo de perturbación) de 0 a 10, en el hombre (papá de la niña) fue de 6 y en la mujer (mamá de la niña) de 8. Al finalizar la aplicación del protocolo, ambos reportaron un SUD de 0.

Así mismo, los resultados en la escala de estrés postraumático PCL 5, fueron halagadores y fortalecieron su sensación de esperanza.
El primer test se los apliqué entre el 14 y 15 de agosto del 2023 y se los reapliqué el 11 de septiembre del mismo año. El hombre pasó de 51 a 4 y la mujer de 40 a 6. El punto de corte para determinar la sospecha diagnóstica de TEPT es 33. Ahora claramente están muy por debajo del umbral y actualmente no tienen síntomas de estrés postraumático.

La niña también ha venido superando el trauma que vivió gracias al trabajo que ha realizado con una colega que hace terapia EMDR en infancia.

Durante la terapia, la ansiedad de madre y padre se empezó a transformar en seguridad y conexión y en su mente empezaron a anidar creencias sentidas como: “Aprendí del episodio”, “puedo escoger cómo respondo”, “soy fuerte y tengo esperanza”, “somos fuertes y tenemos esperanza”.

Este es un claro ejemplo de como una atención temprana de un trauma puede ser muy efectiva y de cómo podemos activar los mecanismos de homeostasis e integración en el sistema nervioso con protocolos de trauma con evidencia científica.

Gracias a mis pacientes por la confianza que depositan en mi.
Gracias a la ciencia por investigar herramientas tan poderosas como la terapia psicológica y el EMDR.
Gracias a cada uno de los sistemas nerviosos que atiendo diariamente por enseñarme el camino a la seguridad.
Gracias a cada humanidad que pasa por El Diván Rojo porque me llenan de esperanza y felicidad en mi vida.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.

*Les comparto estos resultados con autorización de mis pacientes o consultantes.