Sonetos lujuriosos de Pietro Aretino. VI
Grabados de Marco Antonio Raimondi a partir de las
ilustraciones de los sonetos lujuriosos de Giulio Romano
ilustraciones de los sonetos lujuriosos de Giulio Romano
En tal postura estoy, señora amada,
que aunque lo tienes dentro, ¡y bien metida!
están mis manos en tus pies, querida,
y puedes ver mi culo regalada.
– Cierto que así me tienes enfadada
mal llenando al revés la vulva herida,
que vivos deseos consumida
quisiera verse a gusto fornicada.
Mas no creas que así podrás gozarme.
O te vuelves, y juntas pecho a pecho,
o habrás, si has de acabar, de maltratarme.
– No, ¡por Dios! Antes bien tantas caricias
te haré con verga, dedos, lengua y dientes
que has de nadar en mares de delicias.
Es más, por bien saciarte en este instante,
cambiaría esta corta pieza mía,
– Por… – Si has de pedir, recuerda al elefante.
que aunque lo tienes dentro, ¡y bien metida!
están mis manos en tus pies, querida,
y puedes ver mi culo regalada.
– Cierto que así me tienes enfadada
mal llenando al revés la vulva herida,
que vivos deseos consumida
quisiera verse a gusto fornicada.
Mas no creas que así podrás gozarme.
O te vuelves, y juntas pecho a pecho,
o habrás, si has de acabar, de maltratarme.
– No, ¡por Dios! Antes bien tantas caricias
te haré con verga, dedos, lengua y dientes
que has de nadar en mares de delicias.
Es más, por bien saciarte en este instante,
cambiaría esta corta pieza mía,
– Por… – Si has de pedir, recuerda al elefante.
Tomado de: Dieciséis sonetos lujuriosos. Ilustraciones originales de Giulio Romano.
Pietro Aretino. Arcadia: Medellín, 1987.
Pietro Aretino. Arcadia: Medellín, 1987.
Psicóloga Alejandra Quintero R.