La salud sexual de las mujeres en Medellín en jaque por la camándula y las jugadas políticas.
Según los hombres que deciden, la Clínica de la Mujer es innecesaria para la ciudad, afirmación in-creible que evidencia tanto las jugadas políticas como la miopía que generan los prejuicios y la decadente moral cristiana, que se logran imponer por encima de la salud y el bienestar de las mujeres.
En la columna de hoy de El Espectador, Pascual Gaviria refiriéndose a los enemigos internos del Estado, reflexiona sobre el tema de la Clínica de la Mujer en Medellín:
“El segundo caso tiene que ver con patologías electorales y con la camándula que por aquí todavía ahorca. El director del Servicio Seccional de Salud de Antioquia negó la posibilidad de que Medellín construya la llamada Clínica de la Mujer. Sin ningún criterio y pasando por encima del organismo técnico que debía tomar la decisión, el funcionario sepultó un proyecto que tenía más de 10 años de discusiones en la ciudad. No importó la aprobación del Concejo, ni el plan de desarrollo ni el programa de gobierno del alcalde Salazar. La idea está en sintonía con las políticas que recomienda la Organización Mundial de la Salud en sus programas sobre mujeres. La violencia de género y el embarazo adolescente serían razones suficientes para un tratamiento y un esfuerzo especiales. No sorprende que Carlos Mario Rivera, el hombre de la negativa, haya sido gerente del Hospital General durante la administración de Luis Pérez. Esa cofradía está acostumbrada al entuerto haciendo o no dejando hacer… El Estado tendrá siempre a los gorgojos como enemigo interno”
Tomado de El Espectador: Enemigo interno. Rabo de Ají. Por: Pascual Gaviria. Nov 1 de 2010
Superando el pensamiento mágico, la camándula y la culpa que nos genera la moral judeocristiana (afortunadamente en estado decadente), podemos vivir una sexualidad más edificante y enriquecedora, plena y libertaria, placentera y responsable, cimentada en el ejercicio del pensamiento crítico y la construcción de una axiología consciente y congruente que no admita ni la doble moral ni pase por encima del bienestar colectivo. Nuevamente reitero mi apoyo a la Clínica de la Mujer.
¡qué buenos dientes tenía!
¿Y hoy?, ¿qué es lo que le falta?»; se pregunta un dentista.
Friedrich Nietzsche – El Ocaso de los Ídolos (Fragmento).
Psicóloga Alejandra Quintero R.