Mindfulness y trauma
En el día mundial del Mindfulness, queremos contarles que existe el Mindfulness sensible al trauma o Trauma-Sensitive Mindfulness® (TSM®) propuesto por David A. Treleaven y el “Mindfulness Relational Incorporado” o “Embedded Relational Mindfulness” de la Psicoterapia Sensoriomotriz propuesto por Pat Ogden basado en el trabajo de Ron Kurtz (1990)
Dice el profesor David: “En 2006, me encontré con problemas en un silencioso retiro de meditación. Una noche sentí algo parecido a que un interruptor se apagaba en mi cuerpo, dejándome entumecido y disociado. En ese momento, confié en que como cualquier otra experiencia que tuviera en la meditación, esto también pasaría.
No lo hizo. Al menos, no del todo. En los próximos días mis sentidos se apagaron y apagaron, mi apetito se desvaneció, y me encontré bombardeado por pensamientos e imágenes intrusivas.” Dada esta experiencia en donde él reexperimentó las sensaciones físicas de sus traumas, empezó a interesarte en la relación entre Mindfulness y Trauma, y qué así como propuso el método TSM®
Por su lado, Pat Ogden, nos habla del “Mindfulness Relational Incorporado” el cual “centra su atención eme los procesos internos; sin embargo es muy diferente de estas prácticas silenciosas y solitarias habituales, ya que es una actividad verbal y relaciónal en el aquí y ahora que se produce entre terapeuta y paciente dentro de la relación” . “En vez de enseñarse a través de ejercicios estructurados o de una práctica interna que excluye al terapeuta, el mindfulness relaciónala incorporado está integrado e incorporado en lo que sucede entre el terapeuta y el paciente momento a momento”
Aunque el mindfulness es una práctica excepcional que mejora salud física y mental, en el caso de las personas que han experimentado un trauma, la meditación mindfulness despojada de toda comprensión del trauma, puede exacerbar los síntomas traumáticos, ya que estas prácticas pueden desencadenar flashbacks y disociación emocional al activar las heridas invisibles e internas del trauma.
No obstante, esta práctica también se convierte en un recurso importante para acompañar a los sujetos con trauma. Porque ella ayuda a intensificar la atención en nuestro cuerpo y en el presente, a estar en el aquí y en ahora, a ser conscientes del Yo y a desarrollar la curiosidad y la observación.
Por eso, en caso de pacientes con trauma el Mindfulness, debe ser una práctica con acompañada de manera profesional, para acompañar de manera oportuna las activaciones del trauma en la práctica, pero también para contribuir a reestablecer la estabilidad y recuperación del trauma.
¿Cuál es el modo más adecuado para que quienes experimentan un trauma practiquen mindfulness corporal?
Nos recomienda David A. Treleaven los siguientes puntos:
1. Minimizar la angustia de los practicantes de mindfulness
2. Esbozar una comprensión sistémica del trauma
3. Insistir en la colaboración continua entre los practicantes del mindfulness y los profesionales del trauma.
Bibliografía:
David A. Treleaven. Mindfulness sensible al trauma. Desclée de Brower. 2020
Pat Odgen y Janina Fisher. Psicoterapia sensoriomotriz. 2da ed. Desclée de Brower. 2019
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