Virgen “Las vírgenes eran figuras de enorme importancia en numerosas religiones de la Antigüedad. En Roma, las seis vestales, responsables por mantener encendido el fuego en el templo de Vesta, debían ser vírgenes, de padre y madre reconocidos.
Las vestales que perdían la virginidad eran lapidadas o, en cierta época, decapitadas.
La importancia de la virginidad vuelve a manifestarse en el cristianismo, con la creencia en la virginidad de María, la madre de Jesucristo. Virgen proviene del genitivo latino virginis (de mujer soltera), algunos han dicho que éste probablemente se derive de vir, viris ‘varón’, por referirse a la mujer que no ha conocido hombre.”
“En los últimos años, la palabra género se viene imponiendo en español, erróneamente, para reemplazar a sexo, entendido como ‘condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y las plantas’.
Sexo proviene del latín sexus, exactamente con el mismo significado que tiene hoy en nuestra lengua, según la Academia Española. Plinio decía parere virilem sexum ‘dar a luz un varón’.
Algunos etimólogos, entre ellos Eric Partridge, sostienen que el vocablo latino puede haberse originado en secare ‘cortar‘ o ‘separar‘, como en secta, con base en en el hecho de que la población se divide en varones y mujeres.
El género en castellano no debe referirse a las personas, sino a los objetos inanimados, puesto que se trata de una categoría meramente gramatical «a la que pertenece un sustantivo o un pronombre por el hecho de concertar con él una forma y, generalmente solo una, de la flexión del adjetivo y del pronombre».
La aplicación de género a personas está basada en un error de traducción del inglés gender, que en esa lengua sí se aplica a las diferencias entre varones y mujeres, diferencias que, por lo menos desde los latinos, pero probablemente desde tiempos prehistóricos, son denotadas por la palabra que en español conocemos como sexo. Género, aplicado a personas, es un calco semántico del inglés, impulsado por la manía estadounidense de lo políticamente correcto y elevado por la fuerza a la categoría de concepto sociológico.“
Quisiera agregar textualmente las siguientes definiciones que aportan Corominas y Camilo José Cela sobre SEXO en sus diccionarios etimológicos:
Veamos a Corominas:
“Sexo, hacia 1440. Tomado del latín sexus,-us, íd. Derivados: Sexual, fin siglo XVIII, latino. sexualis “femenino”; sexualidad; asexual; sexuado. Sextante, sexteto, extilla, sextina, sexto, sextuplicar, séxtuplo, V.seis Sexual, V. sexo”
Joan Corominas. Breve diccionario etimológico de la lengua castellana. Gredos, 2005. p 533.
Veamos a Camilo José Cela:
“Del latín sexus.
1. Condición orgánica que distingue al macho de la hembra.Alfonso Palencia, Vocabulario (Hill, pág. 173a): “Ändroginosus… quien tiene ambos sexos”; “Sexus comprehende la vna y la otra natura masculina y femenina faziendo apartamiento de macho y de fembra”; no en Nebrija. La definición de Academia la entiendo incompleta, o al menos poco puntual, ya que la condición orgánica que distingue al macho de la hembra es el conjunto de las condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan a uno y otra y noción más amplia, por tanto, que la que señala con suficiente precisión el “órgano reproductor externo”, que estuio en la 2da acepción de este art.; en consecuencia (siguiendo Glossarium Philoxeni, “sexus, las partes vergonzosas”; Plinio y Lactancio, en la acepción restringida “vulva”; el ya citado Alfonso de Palencia, y Autoridades, “distintivo de la naturaleza del macho ú hembra”, ambos en aceps. que no interfieren en mi supuesto) me permito proponer.
2. Órgano reproductor externo del macho o de la hembra.Octava a una señorita, anónimo del siglo XVIII:
Quien goza de tu ardiente delantera es un alfiletero. ¡Qué diablura! por tiesa te deleita la madera y por escurridiza la pintura; poca es la leña para tanta hoguera; si a un palo le reglas tal dulzura y con él hoy tu sexo así se huelga, ¿qué haré yo con la carne que me cuelga?
fray C. Alegre, Lamentaciones de Jeremías, vs. 7-9
Tú, que atas en el mundo el nudo o lazo, que a los sexos enreda y los excita a fabricar un hombre en un abrazo;
Ídem, íd., versículo 35-36:
¡Cuánto y cuánto, lamenta el desatino que la hiciera absorber el humor gálico del ponzoñoso sexo femenino!;
en sent. Que más cabe a esta 2da acepción que propugno; Rubén Darío, La hembra del pavo real, vs. 32-35
La divina estaba desnuda. Rosa y nardo dieron su olor.. Mi alma estaba extasiada y muda y en el sexo ardía una flor;
Ernesto Giménez Caballero, Oda al bidet, v.38: “Porcelana: pila bautismal del sexo”; Federico García Lorca, Oda a Walt Whitman, vs.34-36:
anciano hermoso como la niebla que gemías igual que un pájaro con el sexo atravesado por una aguja;
el mismo, Martirio de Santa Olalla, vs. 5-8:
Un chorro de venas verdes le brota de la garganta. Su sexo tiembla enredado como un pájaro en las zarzas;
Luis Cernuda, Dans ma péniche, vs. 29-34:
Pobres, amantes, ¿De qué os sirvieron las infantiles arras que cruzasteis, cartas, rizos de luz recién cortada, seda cobriza o negra ala? los atardeceres de manos furtivas, el trémulo palpitar, los labios que suspiran, la adoración rendida a un leve sexo vanioso;
Gabriel Celaya, El baño, vs 7-12:
¡Qué frío cuando entro! La rodilla es un ramo de escalofríos raros; Los muslos, una nube; y al llegar hasta el sexo, libre ya de secretos la contracción del mundo y el deseo inmediato: Reír de gozo y miedo;
el mismo, Lo demás es silencio, pág. 45, v.9: “Me duelen la cabeza, el hígado, el bolsillo, la víscera cordial, la hormona-Dios, el sexo”; Ignacio Aldecoa, Con el viento solano, pág.19: “El cante se arrancaba de los violentos dominios del sexo”, ídem, íd., pág. 57: “El solano, a los enfermos del pecho les quita el apetito y les acaricia el sexo, los acerca a la muerte”; Juan Goytisolo, La resaca, pág.22: “Lentamente, con el sexo al aire, se dirigió a casa de Jarque y, a la vista de todos, comenzó a orinar contra el muro”.
Camilo José Cela. Diccionario Secreto. Tomo 1. Alianza-Alfaguara. 1968. pág. 48 a 50.
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“Síbaris era una antigua ciudad griega situada sobre el golfo de Tarento, cerca de la actual Corigliano, al sur de Italia. Floreciente centro industrial en cierta época, llegó a ser la ciudad griega más importante de Occidente. Sus habitantes tenían fama de ser muy ricos, muy refinados y de vivir dedicados al placer, al punto de que el gentilicio sybarités ‘sibarita’, se convirtió en sinónimo de ‘buscador de placer’ y de ‘depravado’.
El término sibarita se formó en castellano desde el griego sybrites, el gentilicio de Síbaris, a través del latín sibarita.
La Real Academia registra su uso como mero gentilicio desde 1817 y también incluye, a partir de 1884, el significado de “Muy dado á regalos y placeres”. En nuestra lengua la palabra tiene actualmente, al igual que en inglés, una connotación menos negativa que en el griego clásico, pues se refiere a una persona ‘refinada y dada a los placeres’.”
“Hacia fines de la Edad Media, era costumbre en España colgar un ramo en la puerta de las tabernas para indicar que no se trataba de viviendas particulares y llamar de esta manera la atención de los clientes Las prostitutas, así como hoy ocultan sus negocios haciéndolos pasar por casas de masajes, en aquella época los disimulaban colgando en su puertas un ramo, como si se tratara de tabernas.
Por esa razón, las comadres empezaron a llamarlas rameras, una palabra que les sonaba más púdica que prostituta. Este vocablo aparece registrado por primera vez en español a finales del siglo XV, como, por ejemplo, en La Celestina (1499), de Fernando de Rojas:
Esta mujer es marcada ramera, según tú me dijiste, cuanto con ella te pasó has de creer que no carece de engaño. Sus ofrecimientos fueron falsos y no sé yo a qué fin”.
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Libro recomendado donde aparecen mucha etimología erótica: Diccionario secreto de Camilo José Cela Ed. Alianza/Alfaguara. (Es uno de mis libros preferidos)
“Esta palabra se usa hoy exclusivamente para denominar al sujeto que explota la prostitución de una mujer. Sin embargo, en el diccionario de Nebrija, la palabra se define como un mero intermediario comercial: “corredor de mercadería”.
Proviene del latín, lengua en la cual tenía el mismo significado que le atribuye Nebrija, de ‘intermediario o corredor’, derivada del griego proxenos, una especie de cónsul informal o de protector, que ayudaba a sus compatriotas en una ciudad extranjera. Sin embargo, en el diccionario de Terreros, el proxeneta era “una especie de intermediario para ventas, compras y casamientos”.
El significado actual de proxeneta sólo lo hemos hallado en español en el siglo XX, como en este texto del escritor paraguayo Mario Halley Mora:
No admitía para nada que su relación con la mujer era nítidamente sexual y malvada. Amante y proxeneta, pinta de cuerpo entero al sujeto vividor y tenebroso que para mi bien de escritora y mi mal de mujer, se había introducido en mi vida”.
“En julio de 1946, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos decidió proseguir con sus experimentos con bombas atómicas en un minúsculo atolón* de las Islas Marshall llamado Bikini, que desde entonces permanece inhabitable debido a sus peligrosos niveles de radiación.
El mundo estaba conmovido con la todavía reciente destrucción atómica de Hiroshima, el 6 de agosto de 1945, y Nagasaki, tres días después, con un balance de unos 240 000 muertos, por lo que las nuevas experiencias nucleares dieron mucho que hablar y el atolón de Bikini se tornó conocido en el mundo entero.
En 1947, cuando el ingeniero francés Louis Réard creó un traje de baño femenino de dos piezas, el escándalo que estalló en el mundo ante tamaña osadía fue de dimensiones atómicas, al punto que el creador no encontró ninguna modelo (en la época, maniquí), que estuviera dispuesta a dejarse fotografiar vistiendo la escueta novedad, por lo que tuvo que contratar una bailarina de cabaré para poder mostrar su modelo, al que llamó bikini.”
*Atolón es un islote formado en el Pacífico por un celenterado llamado madrépora.
“Concubina: Más que vivir juntos o compartir la vida como esposos, la palabra concubinato significa, etimológicamente, acostarse juntos, pues deriva del latín con y cubito ‘acostarse con’. En muchas sociedades –tal vez la mayoría, incluso en nuestra civilización–, los hombres podían tener tantas mujeres como estuvieran en condiciones de mantener. Como ejemplo tenemos no sólo las fantasías orientales de Las mil y una noches, narradas por Sherezade, sino que hasta la propia Biblia nos habla de las setecientas concubinas del rey Salomón. Tal como ocurre hoy con los poderosos, disponer de varias mujeres hermosas como objeto sexual ha sido siempre símbolo de poder y fuente de prestigio, aunque la verdadera relación del poderoso con sus concubinas no siempre guardaba relación con la etimología del término”.
En la Europa medieval, las mujeres más hermosas de una región, pero que no eran nobles, no podían casarse con los señores, que se emparentaban con las hijas de sus iguales para aumentar así sus dominios. Pero como la belleza no se desprecia, y algunas aldeanas eran realmente muy hermosas, igualmente se les reservaba un lugar en la corte para que los señores pudieran contar con sus favores. Eran las cortesanas, nombre que funcionaba como un delicado eufemismo para disimular el papel de prostitutas de lujo de quienes habían encontrado un atajo para estar cerca de los poderosos a través de la profesión más antigua, un artilugio que ha perdurado a través de los siglos y de las civilizaciones para llegar intacta al siglo XXI”.
¿Te imaginas poder tocar una réplica de la Venus de Milo? Gracias a la galería táctil del Museo de Louvre lo podemos hacer.
“La exposición temporal Sentir para ver se realiza gracias a la colaboración excepcional del Museo del Louvre (Francia) y del Museo Nacional de Colombia; y estará abierta al público en general entre el 12 de marzo y el 23 de mayo del 2009, en el Museo Universitario de la Universidad de Antioquia.
La muestra gira en torno a 16 réplicas de esculturas del Museo del Louvre, Galería Táctil, y una serie de piezas originales, que hacen parte de las colecciones de distintos museos del país.”
Gracias Universidad de Antioquia por permitirnos una experiencia sensorial de este tipo, es algo que fomenta la sensualidad de este mundo (¿insensible?).
Aclaración de términos:
Sensualidad: (Del lat. sensualĭtas, -ātis). 1. f. Cualidad de sensual. 2. f. Propensión excesiva a los placeres de los sentidos.
Sensual: (Del lat. sensuālis). 1. adj. Perteneciente o relativo a las sensaciones de los sentidos. 2. adj. Se dice de los gustos y deleites de los sentidos, de las cosas que los incitan o satisfacen y de las personas aficionadas a ellos. 3. adj. Perteneciente o relativo al deseo sexual.
Sensorial: (De sensorio). 1. adj. Perteneciente o relativo a la sensibilidad (‖ facultad de sentir). Órganos sensoriales.
Sensibilidad: (Del lat. sensibilĭtas, -ātis). 1. f. Facultad de sentir, propia de los seres animados. 2. f. Propensión natural del hombre a dejarse llevar de los afectos de compasión, humanidad y ternura. 3. f. Cualidad de las cosas sensibles. 4. f. Grado o medida de la eficacia de ciertos aparatos científicos, ópticos, etc. 5. f. Capacidad de respuesta a muy pequeñas excitaciones, estímulos o causas.
En el Diccionario de la Academia, la palabra mesalina es definida como “mujer poderosa o aristócrata y de costumbres disolutas”. El vocablo proviene de Mesala, una familia aristocrática de Roma de la gens de los Valerius, que dio al Imperio varias figuras célebres, como el político Marcus Valerius Mesala Rufus y su hijo, el destacado general Marcus Valerius Mesala Barbado, militar victorioso pero también un mecenas de las letras y de las artes, que se educó en Atenas junto a Horacio y Cicerón, este último más joven.
Sin embargo, el miembro más famoso de la familia resultó ser para la historia la hija de Barbado, Valeria Mesalina, quien tomó su nombre del apellido familiar y a los quince años de edad se casó con el emperador Claudio. Los historiadores Suetonio y Tácito la describieron como una ninfomaníaca que por la noche se escabullía del palacio y se desempeñaba como prostituta en los burdeles de los bajos fondos de Roma, donde se hacía llamar Lysisca.
Según Juvenal, Mesalina aprovechó la oportunidad de un viaje de Claudio a Britania para lanzar un desafío a las prostitutas de Roma llamándolas a una competición, en palacio, para saber quién podría atender más hombres en una noche. Después de haber sido poseída por veinticinco hombres, Escila, la prostituta más famosa de Roma, se dio por vencida, mientras que Mesalina siguió compitiendo por varias horas más.
A los veintitrés años de edad, en el año 48, Mesalina fue ejecutada por orden del emperador, acusada de haber participado en una conjura”.