Habitar la esperanza. Soy acompañante de la Vida.

Salud mental y salud sexual con enfoque de género

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Lun a Vie - 8 am a 4 pm

Quienes somos?

En El Diván Rojo, somos un espacio de acompañamiento terapéutico profundo, un refugio seguro donde cada persona puede dar voz a su dolor sin el peso del miedo, transformar la culpa en aprendizaje compasivo y reencontrarnos con nuestro Yo Auténtico libre de vergüenza y con dignidad. Aquí, cada emoción es un mensaje de la más alta sabiduría humana que nos dará pistas de cómo encontrar nuestro camino de vuelta a casa, que no es otro que el camino hacia nosotros mismos. No somos solo un consultorio de psicología, somos un lugar de acompañamiento profundo para quienes buscan sanar sus heridas, reconstruirse con autenticidad y recuperar su derecho a la libre elección sin repeticiones de patrones de supervivencia pasados, su capacidad de amar y su potencial de vida. Queremos ayudar a conectar a las personas a la potencia de la Vida.

Nuestra filosofía se basa en la salud mental como un proceso dinámico e integral que configura uno de Los Derechos Humanos, donde la experiencia psíquica y corporal se enmarcan con el contexto social, histórico y ecológico. Aplicamos enfoques terapéuticos basados en la teoría polivagal, la psicología del trauma y el trabajo con la memoria somática, integrando herramientas como EMDR, regulación del sistema nervioso, hábitos y estilos de vida. Además, promovemos la educación en derechos sexuales y reproductivos, ayudando a que cada persona viva su sexualidad y su cuerpo desde el autoconocimiento, la plenitud y la dignidad.

Más que una consulta psicológica, en El Diván Rojo somos un movimiento hacia la vida, un espacio de expansión, conciencia y transformación. Acompañamos procesos de sanación desde un enfoque humano, sensible al trauma y basado en la evidencia, donde la terapia no es solo una herramienta para aliviar el sufrimiento, sino que se convierte en un puente hacia el autoconocimiento y aporta, desde cada transformación personal a la transformación social. Creemos en la posibilidad de reconectar con la potencia de la vida, recuperar la voz propia y reconstruir la historia personal con esperanza, autenticidad y libertad.

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Nuestra misión

En El Diván Rojo, nuestra misión es ofrecer un espacio seguro, cálido y especializado para la sanación integral del trauma, el bienestar emocional y la salud mental y sexual, mediante un enfoque terapéutico basado en la evidencia, la neurociencia y los derechos humanos. Acompañamos a cada persona en su proceso de transformación, ayudándola a reconstruirse con autonomía, dignidad y autenticidad, fortaleciendo el autocuidado desde los hábitos y estilo de vida, integrando herramientas como la Terapia EMDR, la Psicoterapia Sensible al Trauma y el Enfoque Integral de la Salud.

Creemos que sanar es más que aliviar el síntoma: es un proceso profundo de reconexión con el cuerpo, la mente y el entorno. Por ello, trabajamos desde un modelo integral que contempla la salud desde una perspectiva biopsicosocial, ecológica y espiritual, reconociendo la interdependencia entre el bienestar individual, las relaciones humanas y la conexión con la Tierra.

Nos comprometemos a ofrecer un acompañamiento respetuoso, libre de juicios y adaptado a las necesidades de cada persona, promoviendo la prevención, el autocuidado y el derecho a una vida plena. En El Diván Rojo, no solo tratamos el trauma, sino que ayudamos a cada persona a recuperar su voz, su poder y su capacidad de vivir con sentido, seguridad y bienestar.

Nuestra visión

En El Diván Rojo, soñamos con un mundo donde la salud integral entendida esta como salud física, salud mental, salud social, salud espiritual y ecológica sean accesibles para todas las personas, sin estigmas ni barreras. Nuestra visión es construir un espacio de referencia en Colombia en psicoterapia integral y bienestar, donde cada individuo pueda reconectar consigo mismo, resignificar su historia y vivir desde la autenticidad, la seguridad y la compasión.

Nos proyectamos como un centro de acompañamiento terapéutico innovador, que integra diferentes enfoques de salud, promoviendo un modelo de atención integral que respete la dignidad, la diversidad y la autonomía de cada persona. Creemos que la salud mental y sexual son pilares fundamentales del bienestar humano y que el trauma no define a las personas, sino que puede transformarse en una puerta hacia la resiliencia y la reconstrucción personal y social.

Desde esta visión, trabajamos para expandir el acceso a herramientas terapéuticas basadas en la evidencia, en fortalecer el autocuidado desde los hábitos y estilos de vida, fomentar la educación en salud integral y contribuir a una sociedad más consciente, empática y comprometida con el cuidado del individuo, de quienes nos rodean y del entorno.

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Nuestros enfoques

Enfoque sensible al trauma

En El Diván Rojo, el enfoque sensible al trauma se basa en una comprensión neurobiológica, relacional y sociocultural de su impacto en el sistema nervioso, la identidad y las relaciones. Trabajamos desde la Teoría Polivagal y el Procesamiento Adaptativo de la Información (EMDR), abordando el trauma como una respuesta adaptativa más que un evento aislado. Aplicamos un modelo de recuperación en fases: estabilización, procesamiento e integración, priorizando la regulación emocional y la reconstrucción del sentido de seguridad. Reconocemos el trauma transgeneracional y su dimensión estructural, entendiendo que la sanación no es solo individual, sino también social y colectiva. Nuestra intervención incluye herramientas basadas en la evidencia como EMDR, trabajo somático y regulación del afecto, promoviendo una recuperación integral que permita vivir desde la conexión, la seguridad y la autenticidad.

Enfoque ecológico

En El Diván Rojo, abordamos la salud mental desde un enfoque ecológico, inspirado en Boris Cyrulnik, entendiendo el trauma como una ruptura en los sistemas de seguridad, pertenencia y conexión con el entorno. Reconocemos que la salud mental no ocurre en aislamiento, sino dentro de un ecosistema de relaciones humanas y ambientales, donde la degradación de la naturaleza, el desplazamiento y la pérdida de territorios pueden generar ansiedad, duelo ecológico y fragmentación identitaria. Siguiendo la idea de resiliencia, trabajamos en la reconstrucción del vínculo con la Tierra y la comunidad, utilizando herramientas como la regulación del sistema nervioso a través del contacto con la naturaleza y la resignificación del trauma dentro de una narrativa que fortalezca el sentido de pertenencia. Creemos que sanar es también reconectar con la vida en todas sus formas, restaurando la armonía entre el individuo, su historia y el ecosistema del que forma parte.

Enfoque en Hábitos y Estilo de Vida

En El Diván Rojo, entendemos que la salud mental está profundamente influenciada por los hábitos y el estilo de vida, siendo clave tanto en la prevención como en el tratamiento de diversas problemáticas emocionales y psicológicas. Creemos en un enfoque integral donde la alimentación consciente, la actividad física, el descanso reparador, la conexión con la naturaleza y la gestión del estrés son fundamentales para restaurar el equilibrio y promover el bienestar. A través de este abordaje, buscamos empoderar a cada persona en el cuidado de su propia salud, fomentando la adopción de prácticas que fortalezcan su bienestar físico y emocional. El autocuidado no es un complemento, sino un pilar esencial para la salud y la recuperación.

Enfoque funcional e integral

En El Diván Rojo, abordamos la salud mental desde un enfoque funcional e integral de sistemas, basado en la Medicina Funcional y la interconexión entre el sistema nervioso, inmunológico, endocrino y digestivo. Nos enfocamos en identificar y tratar las causas raíz del malestar psicológico, en lugar de centrarnos solo en los síntomas, considerando factores como inflamación crónica, disbiosis intestinal, alteraciones hormonales y desregulación del eje HPA. Aplicamos un modelo de sistemas complejos, donde la salud es un equilibrio dinámico y el diagnóstico no es un fin, sino un punto de partida para comprender mejor la interacción de múltiples factores. Diseñamos tratamientos personalizados, integrando cambios en el estilo de vida, regulación del estrés y estrategias terapéuticas basadas en la neurociencia y la psiconeuroinmunología, promoviendo así una recuperación profunda y sostenible.

Enfoque de derechos

En El Diván Rojo, abordamos la salud mental y la salud sexual desde un enfoque basado en derechos humanos, reconociendo que el bienestar psicoemocional y el ejercicio pleno de la sexualidad son fundamentales para la dignidad humana. Entendemos que el acceso a la salud está condicionado por factores estructurales como la desigualdad, la violencia y la educación, por lo que promovemos un acompañamiento integral que garantice autonomía, consentimiento y autodeterminación. Evitamos la patologización del malestar y la medicalización innecesaria, facilitando espacios seguros donde cada persona pueda explorar su identidad, deseo y placer sin coerción ni estigma. Creemos que la salud mental y sexual son interdependientes y trabajamos para que cada persona recupere su derecho a habitar su cuerpo con libertad, conciencia y bienestar.

Enfoque de género, social y crítico

En El Diván Rojo, abordamos la salud mental desde un enfoque de género, social y crítico, reconociendo que el malestar psicológico no es solo una experiencia individual, sino el resultado de desigualdades estructurales, violencias de género y dinámicas de poder que atraviesan los cuerpos y las relaciones. Siguiendo a Judith Herman, entendemos el trauma como una ruptura en la historia personal y colectiva, donde la sanación no solo implica restaurar el sentido de seguridad y autonomía, sino también reconstruir la narrativa de la experiencia sin revictimización. Evitamos la patologización del sufrimiento, situándolo en su contexto sociopolítico y promoviendo el acceso a procesos de reparación desde la validación, la justicia y la dignidad. Creemos en la sanación como un acto personal y colectivo, donde recuperar la voz, la agencia y el derecho a una vida plena es parte de la transformación social que aspiramos a construir.

Enfoque centrado en la persona.

En El Diván Rojo, adoptamos un enfoque de atención centrado en el paciente, donde cada persona es protagonista de su propio proceso de sanación impulsando a la persona a empoderarse de su salud y a tomar decisiones informadas en este campo. Más que un modelo rígido, ofrecemos un acompañamiento personalizado que respeta la autonomía, la historia de vida y las necesidades individuales de cada caminante. Creemos en una salud integral que va más allá del síntoma, abordando el bienestar biopsicosocial, emocional y espiritual desde una perspectiva colaborativa. Nuestra labor es guiar, informar y brindar herramientas para que cada persona pueda tomar decisiones conscientes sobre su salud mental y sexual, sin imposiciones ni juicios. Fomentamos un espacio seguro donde el vínculo terapéutico se construye desde la confianza, el respeto y la escucha activa, promoviendo la prevención, el autocuidado y el derecho a un bienestar pleno y sostenible.

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Nuestros valores

En El Diván Rojo, nuestra esencia como proyecto terapéutico y de acompañamiento se fundamenta en valores que guían nuestra identidad y nuestra forma de trabajo. Estos valores representan el compromiso con cada persona que busca en nosotros un espacio seguro para la sanación del trauma, el bienestar emocional y la reconexión con su autenticidad.

Indagación y Escucha Profunda

Más que ofrecer respuestas, abrimos espacios para la exploración consciente y el autoconocimiento. Acompañamos desde la curiosidad y la apertura, ayudando a cada persona a descubrir y resignificar sus propias verdades.

Presencia Empática

Nos involucramos con cada caminante desde una presencia auténtica, una escucha con compromiso y con curiosidad. Escuchamos con la integralidad de nuestro cuerpo y sostenemos cada historia con respeto y sensibilidad, reconociendo la singularidad de cada proceso.

Autenticidad y Honestidad

Nos comprometemos a trabajar con honestidad y ética, sosteniendo un acompañamiento genuino donde el terapeuta también es un ser humano con capacidad de errar y que desde la autocompasión puede reconocer sus limitaciones y desaciertos. Nos atrevemos a mostrarnos tal como somos, creando relaciones basadas en la confianza, autenticidad y la coherencia.

Humildad y Aprendizaje Continuo

"Sólo sé que nada sé" Sabemos que nunca dejamos de aprender. Nos mantenemos en un proceso constante de formación académica, autoindagación personal y crecimiento humano para ofrecer un acompañamiento cada vez más profundo y consciente. Asi mismo, como terapeutas nos reconocemos como personas necesitadas de terapia para poder brindar un mejor soporte a quienes nos necesitan.

Compasión y No-Juicio

Creemos en la compasión como una fuerza de transformación, tanto en la relación terapéutica como en el propio camino de sanación. Nos acercamos a cada persona desde el respeto, sin imponer etiquetas ni reducir su experiencia a un diagnóstico.

Comunidad y Tejido Colectivo

Creemos que la sanación no es solo individual, sino también relacional y comunitaria. Fomentamos la construcción de espacios de apoyo y acompañamiento mutuo, donde las personas puedan resignificar su historia en conexión con los demás y con el mundo que las rodea.

Sanación Integral

No vemos la salud mental como un fenómeno aislado, sino como el resultado de un equilibrio entre los cuerpos sentipensantes con su entorno ecológico, político, económico y social. Nuestra labor integra conocimientos de la neurociencia, la psicoterapia informada en trauma, la regulación emocional y la reconexión con el cuerpo dentro de una comprensión histórica y social.

Seguridad y Sensibilidad al Trauma

Entendemos que la sanación solo es posible cuando hay seguridad, regulación y confianza. Creamos un espacio terapéutico donde cada persona pueda sentirse vista, escuchada y contenida sin revictimización ni imposiciones. Así mismo, ponemos nuestro granito de arena para construir un mundo mejor que cuestione las estructuras que generan tanto sufrimiento en el mundo.

Confianza en la Sabiduría Interna

No creemos en soluciones impuestas. Acompañamos desde la certeza de que cada persona posee dentro de sí los recursos necesarios para sanar apoyado de una red de apoyo social o red de los afectos que sean soporte y sostén de la Vida y la Autenticidad.

Reconexión con la Vida y la Naturaleza

Entendemos la salud como un estado de armonía con el entorno, donde sanar implica también reconectar con el cuerpo, con la Tierra y con los ritmos naturales. Creemos que el bienestar es un proceso de regreso a la autenticidad, a la conexión con la Vida y nuestra Madre Naturaleza.

Nuestra profesional

Alejandra Quintero Rendón

Alejandra Quintero Rendón

Psicoterapeuta y Educadora Sexual Leer más

Soy Ale, Aleja, Alejita… como me llaman quienes han encontrado en mí un refugio, un espacio seguro donde el dolor se puede nombrar y la vida, poco a poco, puede volver a florecer. No soy solo psicóloga o terapeuta, soy Acompañante de la Vida, soy una mujer que ha dedicado su existencia a acompañar a otros en los laberintos de su propia historia, en las noches oscuras del alma, en las heridas que parecieran no cerrar.

Mi propósito de vida es claro: acompañar a quienes llegan a mí con el peso de sus heridas emocionales, el dolor de su historia y la necesidad de encontrarse a sí mismos, para que puedan descubrir su capacidad de sanar y desplegar su potencial de autorrealización y si así lo quieren, de ser luz para otr@s.

Cuando sanamos vivimos, heridos, sobrevivimos.

Creo en la sanación como un viaje profundo y sagrado hacia nosotr@s mism@s donde el cuerpo y sus vísceras, la mente y el alma se integran. El cuerpo en su totalidad se integra y el cerebro, corazón e intestinos en coherencia nos acercan a la sabiduría de lo somático. He acompañado a múltiples personas en su camino de regreso a casa, que no es otro que el camino hacia dentro de sí mism@s, un camino que he transitado junto con mis consultantes, que prefiero llamarles, caminantes y que me ha permitido ser testigo de cómo los cuerpos pueden contar su historia sin vergüenza, cómo la voz recobra su fuerza y cómo la memoria se convierte en sabiduría. He visto cómo pueden encarnar, residir y morar en sus cuerpos de manera ligera y amorosa consigo mism@s, he sido espectadora de cómo est@s caminantes, se redescubren en su autenticidad con coraje, habitando el presente conectando con la esperanza y la posibilidad de un futuro diferente.

Considero que el trauma no es solo una herida individual, sino también una fractura en el entramado que nos une como seres humanos. Comparto la visión de Judith Herman, quien señala que el trauma no ocurre en aislamiento, sino que es una ruptura en el tejido de nuestras relaciones y nuestra comunidad.

Situar el trauma no solo desde lo personal, sino también desde lo histórico, social y cultural, nos permite ampliar la perspectiva y reconocer que muchas de nuestras heridas no solo se escriben desde nuestra gestación, sino que han sido heredadas, transmitidas a través de generaciones, inscritas en nuestros cuerpos, nuestras narrativas y nuestras formas de vincularnos. No solo cargamos nuestras propias experiencias, sino también las heridas y cicatrices, los dolores y aprendizajes de nuestros ancestros, las marcas de un pasado que siguen resonando en el presente.

El trauma no solo deja heridas en nosotros, sino también en quienes nos rodean, incluyendo a nuestra Madre Tierra y cada uno de sus seres vivos e inertes. El daño que le hemos infligido es el reflejo de nuestra profunda desconexión con la Ella, un distanciamiento que se devuelve como un eco recordándonos nuestra existencia efímera y frágil como especie. A los dolores que ya conocíamos, hoy se suman aquellos que emergen del duelo por la Tierra, de un trauma ecológico que se inscribe en nuestro cuerpo individual y colectivo, recordándonos que nuestra sanación es inseparable de la suya.

Reconozco el trauma transgeneracional y las heridas abiertas que como cultura llevamos en nuestros cuerpos y en nuestras tierras desde hace más de 500 años. Somos descendientes de la invasión, de la colonización, de la violencia sistemática sobre nuestros cuerpos, sobre nuestras tierras y sobre nuestra espiritualidad. Estas heridas siguen manifestándose en las desigualdades, en las violencias de género, en el racismo, en la desconexión con nuestra naturaleza y en las múltiples formas en que nos relacionamos con el dolor. Pero así como el trauma se transmite, también lo hace la resiliencia. A través de la memoria, el reconocimiento y la sanación colectiva, podemos transformar nuestro legado emocional y recuperar el derecho a vivir desde la dignidad y la conexión con nosotros mismos, con nuestra comunidad y con la Naturaleza.

Sanar no es solo un acto personal, es un acto político y comunitario, una invitación a tejer nuevamente lo que fue roto y a recordar que nuestra historia no solo es la del sufrimiento, sino también la de la reparación y la reconstrucción, en últimas, somos la historia de la resiliencia.

Trabajo desde la terapia EMDR para activar los mecanismos naturales e inherentes que cada ser humano tiene para sanar sus traumas. He recibido formación en Medicina Funcional, lo que me ha permitido entender la enfermedad como un síntoma de un desequilibrio en los sistemas y ha ampliado mi comprensión de la complejidad humana, donde la salud debe ser abordada de manera integral y no diseccionando al ser humano.

Como educadora sexual, he sido una voz en la divulgación de los Derechos y Deberes Sexuales y Reproductivos, promoviendo la sexualidad como un derecho a ser vivido con libertad, conciencia ética y responsabilidad que nos reconcilie con nuestro ser erótico.

También me permito ser sostenida, porque solo quien se abraza puede abrazar. Recibo terapia para templar mi espíritu, para caminar con otros en sus sombras sin perderme en las mías, para ser faro sin apagar mi propia luz.

Amo el té y las infusiones porque en cada hoja y en cada flor se guarda información ancestral de la tierra, un eco de memorias que resuenan en mi almacuerpo. Disfruto del café en las mañanas, ese aliento cálido que se entrelaza con el alba, anunciando el inicio de mi jornada laboral. Los libros son el legado de mi padre y mi madre, manantial de saber y semilla de dudas, senderos de tinta que iluminan mi despertar. Honro con profundo respeto las manos que crean las artesanías que narran historias en hilos y arcilla, los saberes que resisten el paso del tiempo en las comunidades indígenas de mi tierra.

Me inclino ante la Naturaleza con reverencia, la honro y me reconozco parte de ella y de su diversidad. Soy la hermana menor de mis ancestros. Soy parte de un todo, en igual importancia que cada ser vivo que habita este universo sagrado. Soy Universo. Soy Naturaleza. Soy biodiversidad. Soy almateria. Soy el latido de la Vida. Soy un milagro.

Soy y Somos.

Si hoy el dolor pesa demasiado, si sientes que no hay camino, si el pasado sigue llamando a tu puerta, aquí estoy. No tengo respuestas absolutas, pero sí una mirada compasiva y un lugar seguro donde puedas empezar a reconstruirte y caminar en dirección a ti. Como dice la canción: “Afuera tú no existes, solo adentro… Nadie es nada, solo adentro”.

Ven, caminemos juntos hacia las profundidades de tu interior, adentrándonos en ese Self o Yo profundo que yace más allá de la ficción de la identidad y las armaduras que resguardan nuestras heridas. Permíteme acompañarte en este viaje de la vida con compasión, para que juntos aligeremos el peso de la mochila, recojamos nuestros fragmentos y emprendamos el regreso a casa… a la expresión más genuina y auténtica de quienes realmente somos.

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Realizamos interconsulta con las siguientes especialidades

La medicina funcional y la salud mental deben ir de la mano, ya que el bienestar emocional depende del equilibrio físico, social y espiritual. Un enfoque integral permite abordar deficiencias nutricionales, inflamación y desequilibrios hormonales que afectan la mente.

 

La ginecología funcional y la salud mental deben unirse para acompañar a las mujeres en cada etapa de su vida. Los cambios hormonales impactan el bienestar emocional, por lo que un enfoque integral equilibra cuerpo y mente, mejorando calidad de vida y salud femenina.

La psiquiatría es una de muchas áreas que contribuyen a la salud mental. Un abordaje integral y humanizado, basado en la historia del paciente con respeto y empatía, permite intervenciones más profundas, promoviendo bienestar emocional y mejorando la calidad de vida.