Esta mujer, es la famosísima Justine Jolie respondiendo mientras emplea un vibrador. Además a trabajado con Andrew Blake, el director erótico que siempre recomiendo.
Intenten con su pareja esta forma de hacer preguntas sugerida por El Diván Rojo y me cuentan cómo les va.
Les comparto una de las canciones que más disfruté y canté en la adolescencia.
Espero les traiga buenos recuerdos. (¡Y que viva lo retro!).
Amistades peligrosas – Me haces tanto bien
No tocar, peligro de muerte Oh no tocar, las tibias y la calabera, Hacen dudar, me hacen ir mas allá verte correr, verte pedirme más
(ESTRIBILLO) Y si volviera a nacer repetiría, Y si volviera te daría mas calor Me quemas con la punta de tus dedos tus manos hacen llagas en mi piel me abraso con tu lengua que es de fuego la sangre hierve o no lo ves que tu ya sabes que me tienes cuando quieras ya sabes como soy ya sabes que me entra la primera ahora ya sale algo mejor
¡Que calor! me gusta tu infierno Oh que calor echa mas leña al fuego que es abrasador ahora esta dentro de mi me hace sudar me hace volver a ti
(ESTRIBILLO) Y si volviera a nacer repetiría, Y si volviera te daría mas calor Me quemas con la punta de tus dedos tus manos hacen llagas en mi piel me abraso con tu lengua que es de fuego la sangre hierve o no lo ves que tu ya sabes que me tienes cuando quieras ya sabes como soy ya sabes que me entra la primera ahora ya sale algo mejor me haces tanto bien,me haces tanto bien me haces tanto bien
na, na, na, na, na
enseñame a bajar tu cremallera ya sabes donde voy ya sabes que he pasado la frontera arrancando algún botón que tú ya sabes que te pido más madera y tú pides más nivel ya sabes como mantener la hoguera ya sabes como sabe ya mi piel
que tu me quemas con la punta de tus dedos tus manos hacen llagas en mi piel me abraso con tu lengua que es de fuego la sangre hierve o no lo ves que tu ya sabes que me tienes cuando quieras ya sabes como soy ya sabes que me entra la primera ahora ya sale algo mejor me haces tanto bien,me haces tanto bien me haces tanto bien
“Esta regla no trata de la satisfacción de necesidades primarias. Sexo es a erotismo lo que hambre es a gastronomía. El erotismo es un arte, y como en todas las artes, sólo alcanzan la cumbre unos pocos elegidos.
Ingresar en la elite del arte erótico exige poseer por naturaleza talento, vocación, fantasía y dotes físicas. Sin voluntad y disciplina no se logra perfección ni excelencia. Si no estás dispuesto a hacer este esfuerzo es que Eros no te llama por este camino. Dedícate a otra cosa” .
Reglas Libertinas. Extracto del Libro del Loco Amor. Regla No 1
En su ánimo de avivar el Eros en el mundo, conciliarnos con el placer y procurar el hedonismo y la felicidad, El Diván Rojo abre su Escuela de Erotismo al público.
El objetivo que persigue esta escuela es la felicidad de sus asistentes, a través de la potencialización de su capacidad erótica para dar y recibir placer.
El perfil de ingreso de las personas interesadas debe contemplar las siguientes características:
– Sensibilidad erótica. Si Usted se considera así mismo un ser erótico y así lo identifican sus amigos, entonces debería estar en la Escuela de Erotismo.
– Apertura mental y ausencia de prejuicios.
– Disciplina. ¡Muy importante!
– Disposición mental y corporal para nuevos aprendizajes… ante todo corporal.
– Pasión por lo que se hace.
– Autoestima. Aunque es un punto que se trabajará en las clases, es importante ingresar con un buen componente de amor propio. Es imposible amar eróticamente a alguien si nuestro ser carece de ello. No podemos dar de lo que no tenemos.
Proceso de inscripción: 1. Las personas interesadas deberán enviar al correo electrónico: mailto:eldivanrojo@gmail.com, los siguientes datos: Nombre y apellido completo, cédula, email, teléfonos, fecha de nacimiento, estado civil, edad, dirección y ciudad de residencia, profesión, foto reciente y explicar la razón por la cual debe hacer parte de la escuela de erotismo.
Plazo máximo para recepción de correos: viernes 6 de febrero de 2009. (A propósito, todas las clases se realizarán los viernes en honor a Venus. Estas serán dictadas de modo virtual a través de mi página o vía skype, aunque habrá momentos en los que todos estaremos presencialmente en algún lugar de Medellín).
2. Una vez seleccionadas las personas, serán citadas a una entrevista de admisión con la directora y maestra de las clases de erotismo, o sea, conmigo. Las personas que se encuentren fuera de Medellín, no se preocupen, podemos realizar la entrevista vía Skype (eldivanrojo) o msn (eldivanrojo@hotmail.com). Una vez aceptado dentro de la escuela, deberá matricularse y para ello debe tener en cuenta el siguiente paso.
3. El valor del curso, además de tener el principal costo a nivel personal para cada uno de los asistentes, deberá incluir un libro para la docente.
(El listado de libros de mi interés personal se encuentran en Medellín en la Librería Nueva en el 511 90 67. (Preguntan por Sigifredo, uno de los libreros que más me consiente). Los que se encuentren por fuera de las ondulantes montañas antioqueñas, pueden adquirirlos por Amazon ingresando a My Wishlist o la Lista de Deseos de El Diván Rojo y me los hacen llegar sin problema.)
4. El curso es para todos los seres eróticos interesados, independiente de su color, raza, estado civil, credo, orientación sexual, género, genitales, etc, etc, etc, como he dicho, no se vale tener prejuicios sociales para justificar la discriminación. Eso sí, las personas que conserven como si fuera reliquia, algun tipo de mito sexual deberán pasar por un preuniversitario o proceso del alfabetización sexual intensivo. Con prejuicios no se vive el erotismo.
Requisitos mínimos de entrada: 1. Tener pareja, amante o una persona con la que puedas practicar y que te pueda evaluar “objetivamente”. 2. Tener claridad en la principal regla de juego de la escuela, es algo que denomino ética erótica y hedonista: Ser feliz y hacer felices a otros, procurando el bienestar propio y de los demás. Y si no es feliz, al menos haciendo el intento se puede ser.
Así pues, quedan abiertas las inscripciones hasta el viernes 6 de febrero para aquellos seres eróticos seguidores de El Diván Rojo.
Cupo limitado para 15 personas.
Nota: Los materiales y las clases serán de acceso público a través mi página web. Los estudiantes serán las únicas personas con las cuales tendré mayor contacto, seguimiento y les realizaré evaluaciones permanentes.
Más adelante daré más indicaciones sobre la Escuela de Erotismo.
Publicidad de una clínica estética en Medellín (la ciudad de las siliconas).
Imagen tomada por El Diván Rojo subiendo por la 10 de El Poblado en enero de 2009.
Yo agregaría: Y cuando las mujeres se operan por satisfacer a un hombre, se reafirman como su objeto sexual.
La decisión de operarse o modificarse el cuerpo debe partir de la autenticidad y el gusto propio, nunca tomen esta decisión para satisfacer el deseo de otros o corresponder al enlatado social de belleza.
¿Qué pasará con las encuestas que dicen que los hombres prefieren los senos naturales sobre los de silicona?
Aclaro, no estoy ni en contra ni a favor de las cirugías estéticas, sólo de la autoestima, la autenticidad, la felicidad y el erotismo.
“El perro tiene que ver con los miedos. Con lo oculto. Con algo prohibido en relación al sexo. Y el sexo tiene que ver con el deseo y al mismo tiempo con la muerte. Eros y Thanatos. Por algo los franceses, que saben mucho de conceptualizar, de explicar, y dar definiciones, le llaman al orgasmo la petit mort. La pequeña muerte. Ese perro en segundo plano, con su lengua siempre afuera, latiente, con su libidinosa baba, con sus colmillos, con su jadeo permanente, admite múltiples lecturas y significados. Cada vez me gusta más el perro en ese lugar. Arriesgo la hipótesis de que el epicentro de la imagen es esa boca. El perro como testigo mudo. Fiel. Traicionero. Puede lamerte la mano cuando le das una galleta y mirarte con ojos de amigo tierno pero a los dos minutos de enoja, y salta la garganta de un cartero o un repartidor de periódicos que entró a la casa sin llamar y le arranca la yugular de un solo mordisco. Sin pena. Para eso lo entrenaron: para activar sus genes sanguinarios con una rutina estúpida de ejercicios de provocación, premios y castigos. Y a veces los entrenamientos fallan. Finalmente, varias generaciones atrás, ese perro era un lobo. Y los animales no andan con vueltas a la hora de matar. Como la indiada cuando viene galopando por la pampa, agarrando al caballo por los crines, sin riendas, montando a pelo, a los gritos, borrachos de aguardiente, degollando y clavando sus lanzas en el estómago del primer soldado que se les cruza en el camino tratando de hacerles frente. El asunto es aprender a exorcizar la violencia para dar paso a la ternura. En América Latina estamos acostumbrados: las más refinadas formas de poesía van de la mano de la violencia producto del hambre y la injusticia. Interactúan. El hueco por donde hay que entrar al cuarto rosa: una caja de cartón pintado que contiene las marcas del paso del tiempo sobre la vida misma. Un tren fantasma que recorre los laberintos de una infancia triste. De los muchachos no voy a decir nada. Ellos están allí con todo su ser y su presencia. Para eso esta la imagen. Tampoco voy a hablar de sueños y pesadillas porque me gusta manejarme en el campo de lo real. Para eso soy fotógrafo”.
Hacer del amor el acto más bello, la canción sin palabras que retumba por todos tus aposentos, la gimnasia perfecta, la oración subida de tono. Deshacerse en amor en la noche, por la mañana, varias veces, de tarde en tarde. En la tina, bajo la cama, tras los árboles, en las fiestas. Extendidos, arrodillados, empinados, bocarriba, bocabajo, de costado, en las playas, en las hamacas. Y volver a hacer el amor hasta hacer del amor el acto más bello, la canción sin palabras. Rehacer el amor hasta deshacernos.
Me escondía bajo tu piel. Mi cabecilla de avestruz buscaba tu pliegue. Sobre la pampa de tu cuerpo permanecía tendido pero al galope. El zumo del placer arricaba nuestros panales. No había otro cielo para mi después de tu abismo. Gracias a tus caderas no perdí esta vez mi viaje a la vida.
La perla de tu sexo catado, los gestos paralelos de tu boca en la entrega, los pezones erectos recibiendo del cielo cóncavo radiaciones eróticas, el ombligo donde coloco sin peligro mi ojo de vidrio.
Fatigado de tanto amor, me rendía de nuevo a los sueños. Y allí estabas de nuevo, más desnudo tu cuerpo que mi cuerpo dormido, la suave carne de de tu curva traspasando mis párpados. Los orgasmos de la vigilia son la primera comunión de la sangre comparados al vaivén de mis sueños húmedos. Hay que hacer el amor hasta despertar.