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Nomenclatura y apología del carajo por Francisco Acuña de Figueroa

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Nomenclatura y apología del carajo.

La lengua castellana es tan copiosa,
En voces y sinónimos, tan rica
Que con nombres diversos, cualquier cosa
O con varias metáforas, explica.

Monarca, Soberano, y Rey…¡qué encanto!
Todo es un mismo nombre repetido,
Y tres veces también con un sentido
Son, Pontífice, Papa, y Padre Santo.

Pero hay de grande aprecio entre los hombres
,un cierto pajarraco, o alimaña,
Que tiene tantos sinónimos, y nombres
Que título tenía el Rey de España.

Yo, por tal de evitaros el trabajo
De una investigación algo penosa,
Diré que esa alimaña o quisicosa
No es el Papa, ni el Rey si no…el Carajo!

Miembro Viril, o miembro solamente
Te llama el diccionario…¡Qué mezquino!
Sus nombres en el uso tan frecuente
Son el nabo, el zurriago y el pepino

El simborio, la tripa y el virote
(flores son de la Lengua Castellana)
el visnago, la pica y la macana
son como la mazorca y el cipote.

El príapo, la porra , y el chorizo
El rábano, la pija, y el badajo;
Picha y ciruela en el Español castizo
Son sinónimos todos del Carajo.

El vergajo, la guasca, verga , y mango
El tarugo, el lenguado y la banana,
El pito, y el vitoque… es cosa llana
Que equivalen al chocho, y al zanguango.

La butifarra, el tronco y la batata
O el lagarto, le llama cualquier topo
El aquello, o la cosa, la Beata
Y el Fraile, la correa, y el hisopo.

Muchos suelen llamarle, el trompo, el sapo
Otros, el motillón, y el calabrote;
Los músicos, la flauta, o el fagote
Y el artillero espeque, o sacatrapo.

Siguiendo a la metáfora la hebra
Llámanle, el narigón, el nene, el chato
El tramojo, el merengue y de barato,
van péndulo, panal, bicho y culebra.

La berenguena, la pistola, el dómine,
Bien lo sabe cualquiera chuchumeco
Todos vienen a ser Carajo “in nómine”
Lo mismo que el gazapo, y el muñeco.

En estilo vulgar, llámanle el rabo
Y algunos el peludo…¡Impropio nombre!
Pués por más pendejudo que sea un hombre
No tiene tales pelos en el nabo!

Tiene otros cien apodos que no cuento
Que aplica cada cual, según su antojo
Como el corvo, la pieza, el instrumento,
El mondongo, el apéndice, el hinojo.

El negocio, la polla, y la poronga
Van como suplemento…y pica punto
Que no falta purista que suponga
Que eso es miembro, y cojones todo junto.

He aquí en todas sus fases, y conforme
A la ley, por el uso sancionada
Con setenta y tres nombres señalada
Aquella quisicosa multiforme.

La cajeta de nombres menos rica
No puede competirle y alza moño
Aunque ostenta sus títulos, de Chica
O de raja, argolla, concha y coño.

Lejos de competirle, queda abajo.
En buen hora, le añadan papo, y chocho,
Nombres de morondanga…Ellos son ocho
Y entre todos no valen un ¡Carajo!

Yo, en cualquiera emoción, desahogo el pecho
Cuando un fuerte ¡Carajo! Desembucho….
Interjección potente del despecho
Que si es echada a tiempo, vale mucho.

Del sexto, en los sentidos corporales,
Es el carajo la mejor prescea;
Y más si es de esos miembros burricales
Que ostentan a la par Fajardo y Zea.

Palabra comodín, que entra al destajo
En todo, pues se dice sin reproche,
Fría como un Carajo está la noche
O caliente está el sol, como un Carajo.

Un buen gallo contenta a cien gallinas
Y a diez hembras, cualquier mameluco
Y por ser bien armado, el Rey Nabuco,
se preñó a cuatrocientas concubinas.

No me vengan, hipócritas devotos,
tratando de indecentes mis razones,
ellos dicen, testículos y escrotos,
y se asustan de huevos y cojones.

El venerable Astete, sin reparo,
Y en verdad que ninguno lo acrimina
No fornicar prescribe en su doctrina
Que es decir, no joder hablando claro.

En asunto de nabo o de cajeta
Pan, pan , y vino, vino, es lo acertado
Dígase claramente que es pecado
El hacerse la paja o la puñeta.

El profeta Exequiel, dis que Doliba
Se entregaba a cualquier rodaballo
Con tal de que le arrimacen panza arriba
Verga de burro, y chorro de caballo.

Un Carajo de un geme, grueso y sano
Es digno de coronas y guirnaldas
Así ante tan potente soberano
Las Nobles y Plebeyas , caen de espaldas.

Hay de Carajos, variedad bastante
Largos, cortos, redondos, puntiagudos!
Derechos y torcidos, servigudos!
Y romos y de punta de Diamante.

Si el miembro de botón, como el de un perro
Se engancha al fornicar y es un estorbo
Y es bueno que sea duro, como un hierro
Y es mejor si es derecho, que no corvo.

En fin, aquí termina mi trabajo
Si algún sensor severo lo condena
Que me eche un buen Carajo… en hora buena
¡Qué más quisiera yo, que buen Carajo!

Fin

Francisco Acuña de Figueroa.
Montevideo, 3 de septiembre de 1791 – †ídem, 6 de octubre de 1862.
Escritor y poeta uruguayo. Autor de las letras del Himno Nacional Uruguayo
y del Himno Nacional Paraguayo.

Tomado del blog: Museo Erótico De La Ciudad De Buenos Aires a cargo de Eduardo Orenstein.


Algunas palabras pueden estar mal escritas, sin embargo decidí dejarlas tal cual las encontré, debido a que Eduardo Orenstein, un coleccionista acérrimo, extrajo tal cual el poema de un libro de 1923, el cual dice ser único y primera edición y al ser de principios del siglo XIX puede tener arcaísmos. Dicen que el original se encuentra en la Biblioteca Nacional de Montevideo.

Psicóloga Alejandra Quintero R.

Sonetos lujuriosos de Pietro Aretino III

Dá click en la imagen para ampliar.Grabados de Marco Antonio Raimondi a partir de las
ilustraciones de los sonetos lujuriosos de Giulio Romano
-Dejame lo acaricie… ¡Oh, qué tesoro!
¿Cómo, sin esta joya ser feliz?
Cuando me llena soy… ¡emperatriz!
¡Verga divina rica como el oro!
Húndete en mí sin miedo, te lo imploro:
Llégame de un envite a la matriz,
que no hay pieza que valga una lombriz
si en la ocasión observa ruin decoro.

-Libro abierto es tu boca, amada mía.
Negarle a buena almena buen envite
es negarle a un enfermo una sangría.
Culos cate quien tenga leve falo:
mas quien goce, cual yo, de un buen retoño,
busque siempre en las vulvas su regalo.

-Dices verdad, que la ilusión del coño
son las vergas cual esta que me llena
el conducto que va del papo al moño.

Tomado de: Dieciséis sonetos lujuriosos. Ilustraciones originales de Giulio Romano. Pietro Aretino. Arcadia: Medellín, 1987.

Psicóloga Alejandra Quintero R.

Sonetos lujuriosos de Pietro Aretino II

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Grabados de Marco Antonio Raimondi a partir de las
ilustraciones de los sonetos lujuriosos de Giulio Romano
– Meteme, rey, un dedo en el trasero;
cuélame ahora la pieza despacito;
húndela toda bien, que no me quito
y gózame gozando, como quiero.

– ¡Ay, que placer! Me matas y me muero;
si esto es pecar, ¡pequémoslo infinito!
¿Quieres meter tu gloria en mi culito
y que en el chisme el dedillo traicionero?

– Bien está ya ensartado en el chumino;
la próxima detrás, será riqueza
si es que no me equivoco en el camino.

– ¡Esto es vivir! Y no los insensatos
que lejos de la cama y de la mesa
pierden el tiempo como mentecatos.
¿Qué gozar es morir? ¡Bah! estupideces;
para vosotros la virtud: pazguatos,
por una vez amar… ¡morir cien veces!

Tomado de: Dieciséis sonetos lujuriosos. Ilustraciones originales de Giulio Romano. Pietro Aretino. Arcadia: Medellín, 1987.


Psicóloga Alejandra Quintero R.

Sonetos lujuriosos de Pietro Aretino I

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Grabados de Marco Antonio Raimondi a partir de las ilustraciones
de los sonetos lujuriosos de Giulio Romano

– Amémonos sin tasa ni medida,
puesto que para amar hemos nacido.
Adora mi gorrión, cual yo tu nido,
pues sin ellos ¿valdría algo la vida?
Y si aún después de ella, ya extinguida,
fuese posible amar, mi bien querido,
a gritos pediría el bien perdido
para seguir gozándote todavía.
Gocemos, pues, cual lo hizo dulcemente
la primera pareja de mortales,
aconsejados por la audaz serpiente.
Que nos perdieron por amar ¿se dice?
Blasfemias necias son los dichos tales,
que sólo a quién no ama es infeliz.
– Calla, pues, y ama tu también, ¡te digo!
Calla y méteme ya hasta los cojones,
jueces de amor, y del amor testigo.
Tomado de: Dieciséis sonetos lujuriosos. Ilustraciones originales de Giulio Romano. Pietro Aretino. Arcadia: Medellín, 1987.

Psicóloga Alejandra Quintero R.